La frase se origino en Roma, cuando los generales desfilaban victoriosos de la batalla, por las calles de Roma, tras el, siempre iba un siervo, que se encargaba de recordarle las limitaciones del ser humano, con el fin de que incurriera en la sobervia de la victoria de la batalla y el clamor popular. Lo hacia pronunciandole esta frase, aunque segun el testimonio de Tertuliano, Apolegito 33, posiblemente la palabra empleada era " Respice post te! Hominem te esse memento " es decir , " Mira tras de ti, Recuerda que eres un hombre ".
Tambien se uilizaba esta frase para denominar la practica tan popular en el sigol XIX y principios del XX, en fotografias a los difuntos recien fallecidos entre los familiares, para recordarlos.